El 13 de junio de 1966, justo hace cincuenta y un años, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos dictó la sentencia de Miranda v Arizona. A esa resolución se debe la advertencia de la policía estadounidense que hemos visto cientos de veces en las películas: el famoso «tiene derecho a permanecer en silencio…». En inglés, este aviso, se conoce como Miranda Rights o Miranda Warning (derechos o advertencia de Miranda). En español, se correspondería con la diligencia de información de derechos al detenido. Un dato curioso: para la lectura de estos derechos, existe el verbo Mirandize.
Miranda v Arizona
Ernesto Arturo Miranda era un delincuente común, que, desde muy joven, había ingresado en diversos reformatorios y prisiones y tenía antecedentes por robo y abusos sexuales. El 13 de marzo de 1963, con 22 años, fue detenido por la policía de Phoenix en relación con el secuestro y violación de una chica. El hermano de esta había visto a Ernesto Miranda en un vehículo cuya matrícula coincidía con la que recordaba la víctima. El propio Miranda confesó ser el autor de los hechos.
Posteriormente ratificó la confesión por escrito en un formulario estándar en el que manifestaba que no había confesado bajo coacción ni engaño y que conocía sus derechos. A pesar de ello, en ningún momento se le informó de los derechos que le asistían ni se le ofreció la posibilidad de llamar a un abogado antes del interrogatorio.
En el juicio, su abogado solicitó al tribunal que no se admitiera la confesión como prueba, pero no lo consiguió. Miranda fue declarado culpable de secuestro y violación y sentenciado a treinta años de prisión. El Tribunal Supremo de Arizona confirmó la sentencia. Sin embargo, el recurso presentado ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos tuvo mejor fortuna. La defensa alegó que el acusado, debido al trastorno que le había ocasionado la detención y a ser una persona con una formación muy limitada, no había sido consciente de que, con arreglo a la constitución estadounidense, tenía derecho a permanecer en silencio y a llamar a un abogado.
Según el Tribunal Supremo de EE. UU., por tanto, la confesión de un detenido no es válida a menos que la policía le recuerde sus derechos.
Las consecuencias: el Miranda Warning y los Miranda Rights
Desde la sentencia de Miranda v Arizona, la policía estadounidense está obligada a informar de sus derechos a los detenidos. El aviso en sí recibe el nombre de Miranda warning y los derechos se conocen como Miranda rights.
You have the right to remain silent. If you give up the right to remain silent, anything you say can and will be used against you in a court of law. You have the right to an attorney and to have an attorney present during questioning. If you cannot afford an attorney, one will be provided to you at no cost. During any questioning, you may decide at any time to exercise these rights, not answer any questions or make any statements. Do you understand these rights as I have read them to you?
El fallo judicial no fue muy bien recibido por una parte de la sociedad estadounidense. Hubo políticos importantes de la época, entre ellos Richard Nixon, que lo criticaron duramente, por entender que protegía en exceso los derechos del detenido y obstaculizaba el trabajo de las fuerzas de seguridad. En este contexto, algunas sentencias posteriores sirvieron para definir y delimitar el alcance de Miranda v Arizona.
El debate, en cierta medida, sigue vigente. Por ejemplo, en Missouri v. Seibert (2004) el Tribunal Supremo tuvo que frenar un subterfugio policial relacionado con esta cuestión. La policía de Missouri, de forma habitual, interrogaba a los detenidos antes de leerles sus derechos. Tras obtener una confesión, les leía el Miranda warning y luego les hacía repetir la confesión de nuevo. El Tribunal Supremo consideró que esta práctica no era válida y que las confesiones obtenidas de este modo debían considerarse nulas.
El trágico final de Ernesto Miranda
Al final, el Tribunal Supremo anuló la condena de Ernesto Miranda, pero el juicio se repitió sin que se admitiera la confesión como prueba y se le condenó de nuevo, entre otros motivos, por la declaración de una expareja suya. Unos años después, el 31 de enero de 1976, murió apuñalado en un bar de Phoenix como consecuencia de una reyerta. Al sospechoso se le leyeron los derechos del denominado Miranda warning.
Fuentes
About News. «Miranda Rights and Warning». <http://crime.about.com/od/police/a/miranda_rights.htm> (Consulta: 21/12/2016)
Wikipedia. «Miranda v. Arizona». <https://en.wikipedia.org/wiki/Miranda_v._Arizona> (Consulta: 21/12/2016)
Wikipedia. «Miranda Warning». < https://en.wikipedia.org/wiki/Miranda_warning> (Consulta: 21/12/2016)
The Miranda Rights. <http://mirandarights3.weebly.com/> (Consulta: 21/12/2016)
LEO, Richard. A. «The Impact of Miranda Revisited». Journal of Criminal Law and Criminology. Volume 86. Issue 3 Spring. EE. UU.: Northwestern University, 1996. <http://scholarlycommons.law.northwestern.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=6874&context=jclc> (Consulta: 21/12/2016)
Imágenes
Daniel Cortes (¡Mirinda es sensacional!), Mike Licht