Javier Sancho Durán

¿Cuál es la diferencia entre un term y una representation?

Antes de firmar un contrato, a menudo tiene lugar una fase de negociación en la que las partes definen los términos del acuerdo. En derecho inglés, la fase de negociación tiene cierta relevancia jurídica, ya que en ella se producen las denominadas representations (manifestaciones precontractuales que pueden generar obligaciones para los firmantes del contrato). A continuación, se explica la diferencia entre term y representation y se indica cuándo una declaración precontractual tiene relevancia jurídica en el common law.

 

 

Definición de term y de representation

Un term no es más que un pacto contractual, es decir, un acuerdo de las partes que probablemente se recogerá por escrito en el contrato final. Tiene fuerza vinculante y, si una de ellas no observa las obligaciones incluidas en él, se produce un incumplimiento contractual (breach of contract). En función del tipo de term (condition, warranty o innominate term), la parte perjudicada tendrá derecho a unos remedios o a otros.

 

En cambio, una representation es una manifestación que se realiza antes de firmar el contrato, cuando este se está negociando. Es posible, aunque no necesario, que se haya efectuado para que la otra parte suscriba el contrato, pero no es un pacto en sentido estricto. Si la representation es falsa, no se produce un breach of contract, sino una misrepresentation. La reparación, por tanto, puede ser distinta.

 

Representations y misrepresentations

Como se acaba de comentar, las manifestaciones precontractuales que generan responsabilidad jurídica se denominan misrepresentations y pueden definirse como declaraciones falsas realizadas por una parte que inducen a la otra a suscribir el contrato.

 

Sin embargo, no todas las declaraciones que se realizan al negociar un contrato tienen trascendencia jurídica, ya sea porque son ciertas o porque no tienen entidad suficiente como para que las partes se hayan basado en ellas para otorgar su consentimiento. Las manifestaciones que no generan obligaciones suelen dividirse en trade puffs, mere opinions y mere representations.

 

1. Trade puffs

Son las típicas exageraciones comerciales de carácter genérico («Carlsberg, posiblemente la mejor cerveza del mundo»). El destinatario medio debería ser capaz de identificarlas como un gancho comercial y no interpretarlas literalmente.

 

 

2. Mere opinions

Por regla general, las opiniones realizadas de buena fe no originan responsabilidad jurídica, siempre y cuando no tengan entidad suficiente como para que la otra parte se base en ellas para tomar una decisión. Si vendo una cafetera y el comprador me pregunta si será suficiente para cinco personas, yo puedo pronunciarme sin que ello me vincule, ya que se supone que el comprador sabe tanto de cafeteras como yo. En ese caso, se trataría de una mera opinión, irrelevante desde el punto de vista jurídico. En cambio, si soy un experto vendedor de cafeteras, la conclusión podría ser distinta, ya que el comprador podría basarse en mi criterio profesional. Lo mismo sucede si conozco la verdad y miento. En ambos casos se trataría de una misrepresentation.

 

 

3. Mere representations

Son meras manifestaciones aquellas que se realizan con la intención de que la otra parte suscriba el contrato, pero que son ciertas y, por tanto, no generan ningún tipo de responsabilidad.

 

Fuentes

Turner, Chris. Unlocking Contract Law (3.º edición). Londres: Hodder Education, 2013.

 

Imágenes

EliElschi, duncan c

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