Javier Sancho Durán

La abogacía en Inglaterra y Gales: los solicitors

A diferencia de lo que ocurre en otros países, en Inglaterra y Gales la abogacía sigue un esquema dual, de forma que el término «lawyer» puede referirse, sobre todo, a dos tipos de profesionales del derecho: los solicitors y los barristers. Hasta la década de los ochenta del siglo pasado, las funciones de estos tipos de letrados estaban muy definidas: los solicitors se ocupaban del asesoramiento jurídico del cliente —apenas podían actuar ante los tribunales—y los barristers de la defensa ante los tribunales. De hecho, hasta el año 2004, ni siquiera se podía contratar directamente a los barristers, sino que se debía hacer a través de un solicitor. En la actualidad, las diferencias se han diluido: las funciones de los solicitors se han ampliado y los barristers pueden ser contratados sin la intermediación de otros profesionales.

Índice

¿Cuáles son las funciones de los solicitors?

Los solicitors ofrecen asesoramiento jurídico a sus clientes y les defienden ante los tribunales. Suelen trabajar asociados, lo que permite que se especialicen en distintas áreas jurídicas.

En las últimas décadas, se han producido varios cambios significativos en la regulación de las profesiones del derecho. Con ellos se ha intentado aumentar la competencia en el sector jurídico sin que la calidad de los servicios ofrecidos se vea afectada. De este modo, hasta la aprobación de la Administration of Justice Act 1985, los solicitors tenían el monopolio de la transmisión de propiedad (conveyancing), pero con esta ley se introdujo un sistema de licensed conveyancers (profesionales autorizados a emitir escrituras de transmisión de la propiedad) que liberalizó parcialmente esta actividad. Ello supuso una importante pérdida de ingresos para los solicitors.

Sin embargo, esta liberalización también ha permitido que los solicitors amplíen su ámbito de trabajo. Hasta hace relativamente poco, este tipo de abogados se encargaban de forma casi exclusiva a las tareas de asesoramiento jurídico. Podían ejercer la abogacía ante los tribunales inferiores (Magistrates’ Courts y County Court) y los tribunales administrativos (tribunals), pero, solo los barristers podían dirigir la defensa ante los tribunales superiores. La labor de los solicitors, cuando el litigio debían presentarse ante un tribunal superior, se limitaba a preparar las fases iniciales del proceso.

La Courts and Legal Services Act 1990 introdujo un nuevo sistema. En la actualidad el organismo regulador de los solicitors —la Solicitors Regulation Authority— puede emitir unos certificados de que otorgan Higher Rights of Audience (derecho de audiencia en los tribunales superiores) en el orden jurisdiccional civil, en el penal o en ambos, para aquellos solicitors que cumplan los requisitos de sus vías de acceso. Los solicitors que lo obtienen reciben el nombre de solicitor-advocates.

 

Los solicitor-advocates, como los barristers, pueden ser designados Queen’s Counsels (QC).



¿Qué es un Queen’s Counsel?
El nombramiento como Queen’s Counsel o abogado de la Corona es, fundamentalmente, un nombramiento honorífico. Lo otorga la reina del Reino Unido tras la propuesta del Ministro de Justicia (Secretary of State for Justice y Lord Chancellor). Hasta el 2005, el Lord Chancellor realizaba una ronda de consultas entre jueces y otros juristas, pero este sistema había sido criticado por su opacidad. En la actualidad existe un órgano independiente, el QC Selection Panel, que se encarga de seleccionar a los candidatos.
Los Queen’s Counsels pueden llevar una toga de seda (silk gown) que les distingue del resto de abogados. Por este motivo, también se les denomina silks coloquialmente. Muchos jueces del High Court han sido Queen’s Counsels, por lo que es un paso importante si se desea iniciar una carrera judicial en un tribunal superior. El prestigio que otorga ser Queen’s Counsel también suele traducirse en la percepción de unos honorarios superiores en el ejercicio privado de la abogacía.


¿Qué hay que hacer para ser solicitor?

La mayoría de solicitors son graduados en Derecho. Sin embargo, también se puede acceder desde otras titulaciones universitarias con un curso puente (el Common Professional Examination o Graduate Diploma in Law). Después los candidatos a solicitor deben cursar un posgrado de un año, el Legal Practice Course (LPC) o Postgraduate Diploma in Legal Practice, que sería el equivalente a nuestro máster universitario de acceso a la abogacía. Cuando lo finalizan, deben realizar unas prácticas remuneradas de dos años (hasta hace poco, conocidas como training contract; en el 2014, se introdujeron algunos cambios y ahora se denominan period of recognised training). Durante esa etapa, el candidato recibe el nombre de trainee solicitor (pasante). Tras finalizar el LPC y la pasantía, el trainee solicitor puede solicitar el ingreso en la Law Society. Entonces, el Master of the Rolls añadirá su nombre al registro de solicitors («the roll»).

Existen vías de acceso con algunas particularidades para Chartered Legal Executives y justices’ clerks. Los barristers, los abogados de Escocia e Irlanda del Norte y los abogados de otros países deben superar un examen (el Qualified Lawyers Transfer Scheme (QLTS)).

¿Cómo se organizan?

El órgano de representación de los solicitors es la Law Society (Law Society for England and Wales). Sin embargo, para evitar conflicto de intereses, las funciones reguladoras las lleva a cabo un organismo independiente, aunque integrado en ella, la Solicitors Regulation Authority (SRA).

Los solicitors están obligados a cumplir el código de conducta de la RSA y a pagar por la licencia de abogacía que esta emite, el practising certificate (PC), si desean ejercer.

Fuentes:

HUXLEY-BINNS, Rebecca; MARTIN, Jacqueline. Unlocking the English Legal System. 4.ª edición. Londres y Nueva York: Routledge, 2014.

DE PRADA RODRÍGUEZ, Mercedes; MUÑOZ ROJO, Roberto. El proceso civil inglés. Colección Estudios de Derecho Procesal Penal. Granada: Comares, 2014.

SLAPPER, Gary; KELLY, David. The English Legal System 2014–2015. 15.ª edición. Londres y Nueva York: Routledge, 2014.

Imágenes:

Eric E. Castro, Charles Hoffman

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